Estimados compañeros,
Escribo, os escribo, esta nota después de la Asamblea Anual de la
Sociedad Valenciana de Neurología cuando ya he dejado de presidirla.
El motivo, evidente, es transmitir mi impresión sobre estos últimos
años y despedirme del cargo. Porque, claro, la persona continuará
igual. Intentaré ser breve que me tenéis ya muy visto.
Estos dos últimos años han sido, en mi impresión, continuadores
de las actuaciones de anteriores Juntas Directivas. Si ha habido novedades
han sido sobrevenidas por circunstancias externas. La colaboración
con el Instituto Médico Valenciano es el ejemplo más evidente
de una continuación de anteriores actuaciones. Durante estos años
hemos aportado al IMV, y a la Conselleria de Sanidad que así lo solicitó,
informaciones sobre procedimientos invasivos en nuestra especialidad, y
hemos pactado ofrecer este año un libro divulgativo, recopilación
de aclaraciones y consejos para pacientes al que he propuesto el nombre
de “Preguntes i respostes en Neurologia”. Lógicamente
hemos colaborado Conselleria, IMV y SVN al coincidir el interés de
las actuaciones divulgativas. De este modo hemos vinculado nuestras actuaciones
a las de la Conselleria, lo que nos aporta tanto el valor añadido
del reconocimiento del gobierno como una valoración positiva de nuestro
trabajo por parte de la Conselleria y el IMV. He de agradecer particularmente
a los miembros de las Juntas Directivas que han colaborado en estas acciones
su dedicación y esfuerzo en ellas. Finalmente, los escritos están
completamente accesibles en la web de la SVN.
Hemos visto también como la Conselleria ha asumido algunos aspectos
de nuestro plan de atención integral a las demencias, el PAIDEM,
que fue presentado a finales de 2001. Así, al fin, hemos visto atendida
alguna de nuestras preocupaciones, aunque tendremos que trabajar más
todos para conseguir una aplicación más completa de las soluciones
que propusimos en el PAIDEM. En concreto, ya existen dos centros dedicados
especialmente a las demencias en Alicante / San Vicente y Castellón
y creo que nadie discute ya el papel central de nuestra especialidad en
lo referente al diagnóstico y tratamiento de este grupo de patología;
tampoco en el ámbito gestor o político. Junto a las demencias,
nos queda mejorar en la atención al ictus y a la epilepsia, aspectos
que están tomando un protagonismo especial. No hemos avanzado en
la concreción de la cartera de servicios. Sí hemos corregido
aspectos burocráticos de la tesorería. Hay algunos otros temas
más, pero en esta nota se quedan sin tratar.
En lo referente a las novedades, comentaré tres, las tres que personalmente
han resultado más paradójicas, que a mí me han llevado
a consideraciones personales previamente inesperadas y que han podido recibir
valoraciones diversas según los asociados, sobrevenidas por distintas
circunstancias.
La primera, que no afecta directamente a la SVN pero sí a gran parte
de sus miembros, fue la convocatoria de un nuevo concurso - oposición
en el sistema nacional de salud, esta vez extraordinario y con un peculiar
criterio de selección de personal, diseñado para consolidar
en el sistema a los interinos de más larga duración, que ofertó
quince plazas mientras que en toda la década de los noventa se habían
ofrecido nueve. Siendo bueno, y muy esperado, por el colectivo, no necesariamente
resultará bueno para todos los miembros del colectivo. Participo
en el proceso desde el tribunal, cumpliendo uno de los fines de la SVN,
presumiblemente tras la mediación del Instituto Médico Valenciano
ante la Conselleria, aun con las sensaciones de examinado frescas por mi
participación en la anterior convocatoria. En esta ocasión
el tribunal ha debido usar un método inédito de valoración,
al cual se han atribuido excesivos componentes estimativos o arbitrarios,
de todas formas siempre presentes en este tipo de procesos. El transcurrir
del proceso provoca que no se cumplan algunas expectativas, hecho inevitable
pero particularmente desagradable. Todavía queda. Suerte a todos,
que siempre viene bien.
La segunda, la más personal, ya al final de esta época, ha
sido la oferta que he tenido de asumir un lugar en el equipo directivo del
Hospital en el que siempre he trabajado, La Fe. Decidí aceptar la
oferta por razones y consideraciones personales que no hace falta contar
ahora; en cualquier caso, al margen de cuestiones de tipo político.
Aunque he querido evitar cualquier condicionamiento o connotación
no deseada por la SVN al respecto, mi decisión ha motivado que los
últimos meses como presidente de la SVN haya estado dedicado laboralmente
más a la gestión sanitaria en general que a la neurología.
Cualquier circunstancia de la Sociedad durante este periodo ha sido especialmente
tratada con los miembros de la Junta Directiva, que han debido dedicar más
tiempo a las cuestiones de la SVN. No obstante, creo que la SVN ha sufrido
al menos una cierta inacción como consecuencia de que su presidente
no ejercía de neurólogo “full-time”. Eso habrá
que apuntarlo en mi cuenta del debe, ya que se explica por mis decisiones
y actitudes. Si bien la mayoría de las actuaciones de las Juntas
que he presidido creo que merecen una valoración positiva, en mi
impresión este aspecto concreto, que incluso podríamos haber
aprovechado, simplemente lo hemos sobrellevado. Ahora, siendo socio corriente,
sinceramente confío en poder servir a los fines de la Sociedad en
cualquier lugar que realice mi actividad laboral, por interés, compromiso
y vocación. Y nada más en este aspecto.
Para el final me reservo la mejor. Cuando algún intento anterior
de modificar los estatutos de la SVN no había podido concretarse,
al asumir la presidencia no tenía ninguna intención de promover
actuaciones en este sentido. Pero hemos debido hacerlo tras la publicación
de la ley orgánica de asociaciones, 1/2002, que así lo exigía.
La situación se ha resuelto de forma modélica. Poco después
del dieciocho aniversario de la SVN, en cierta manera como complementando
lo que podría ser su mayoría de edad, la SVN se ha dotado
de un nuevo estatuto adecuado a la ley en una breve asamblea extraordinaria,
el 14 de noviembre de 2003, en la que hubo una asistencia masiva, una gran
cantidad de votos delegados y una votación unánime a favor
del nuevo estatuto. La unanimidad de la votación final con más
de cien votos acreditados denota la unión de los miembros de la SVN
en lo que la SVN representa por encima de otras consideraciones. El día
24 de febrero de 2004 se inscribió el estatuto en el registro de
asociaciones, sin instarnos ninguna modificación, hecho que todavía
no conocíamos el 28 de febrero cuando celebramos la asamblea ordinaria.
Las modificaciones sobre los antiguos estatutos son discretas. Por una parte,
algunos cambios en la elección de los órganos de representación
para garantizar que es democrática. Los cargos se eligen individualmente
y para un período improrrogable de dos años. Por otra parte,
la SVN ahora podrá modificar sus estatutos con menor dificultad puesto
que se podrá hacer por mayoría absoluta sin exigir un quórum
de dos tercios de asociados como hasta ahora. El resto básicamente
queda como anteriormente. El texto completo está disponible en la
web. La versión visada por el registro de asociaciones es la valenciana.
El comportamiento de los diversos componentes de las Juntas Directivas,
de los ex-presidentes que consultamos durante la elaboración de los
nuevos estatutos y de los miembros de la SVN en este reto social ha sido
ejemplar y es posiblemente la mayor satisfacción personal que me
deja esta temporada.
Sé que ya lo he comentado, pero he de agradecer a los miembros de
las Juntas Directivas que me han acompañado estos años su
ayuda. He tenido la suerte de contar en ellos con unos excelentes compañeros
y han mostrado su mejor disposición. Han cumplido tan bien que me
han hecho pensar que he sido poco exigente con ellos. Las reuniones de las
Juntas han sido siempre cordiales y agradables, hemos hablado y considerado
muchas cosas y no hemos tenido discrepancias relevantes.
Dejo contento el cargo, sin lamentaciones importantes sobre cosas actuales
o pasadas en la SVN, tranquilo porque en la Junta renovada veo muchas ideas,
ganas y capacidad para actuar en provecho de nuestra Sociedad, agradecido
a todos los que habéis participado en este tiempo en las cosas de
la Sociedad, orgulloso por haber podido ser vuestro presidente y confiado
en que quedáis satisfechos, que no hartos, de mi gestión.
A la vez, animo a la nueva Junta Directiva a trabajar con sentido práctico,
a corto y largo plazo, para los fines de la Sociedad, con entusiasmo, imaginación,
firmeza, prudencia, paciencia e insistencia. Todos sabéis que podéis
contar conmigo como amigo. Recibid un fuerte abrazo,
M Baquero.