Divulgación científica sobre las crisis epilépticas


Dr. Nicolás López. 07/2003

¿Qué es una crisis epiléptica?

Una crisis epiléptica o crisis comicial es una manifestación clínica paroxística (brusca e inesperada) secundaria a una disfunción cerebral en la que se produce una descarga simultánea y excesiva de muchas neuronas.
Con esta aparición brusca e inesperada se producen muchos otros trastornos, más frecuentes, y que deben diferenciarse de las crisis epilépticas. Algunos ejemplos son los síncopes, los terrores nocturnos, las pseudocrisis o crisis psicógenas, las distonías, los espasmos del sollozo en niños. Ni la mordedura de lengua, ni la pérdida de conciencia ni la micción durante un episodio paroxístico implican necesariamente su origen epiléptico, aunque en algunos casos puedan sugerirlo.

¿Cómo se manifiesta una crisis epiléptica?

Son muchas las manifestaciones posibles, y dependerá fundamentalmente de la localización de las neuronas responsables y su propagación o no a otras zonas. Los síntomas más llamativos son los motores (extensión de las extremidades, temblores, sacudidas, etc), pero también pueden ser sensitivos, sensoriales, psíquicos y/o autonómicos. Las que se inician en una zona concreta del cerebro se denominan focales o parciales. Aquellas con inicio en la totalidad del cerebro se denominan generalizadas, en las que siempre existe una pérdida de conciencia. A veces, una crisis iniciada en un foco concreto difunde al resto del cerebro, son las crisis parciales
secundariamente generalizadas.En ocasiones, el paciente con crisis epilépticas puede referir un síntoma de aviso, muy breve, previo al inicio de la crisis. Es lo que conocemos por aura y su reconocimiento puede ser importante en cuanto que permite que se adopten medidas de seguridad para impedir graves consecuencias si a continuación se desarrolla la crisis.

¿Por qué he tenido una crisis epiléptica?

En muchas ocasiones la crisis aparece en el contexto de trastornos agudos (infecciones, trastornos metabólicos, episodios febriles, medicación, ingesta de tóxicos o drogas, etc). Son las crisis sintomáticas ocasionales, que no tienen porqué reaparecer una vez resuelto el proceso agudo, y que por tanto no se consideran epilepsia.En el caso de la epilepsia, en la que hay una alteración cerebral que de forma reiterada se manifiesta con crisis epilépticas, existe una amplia variedad de lesiones cerebrales que pueden producirla (epilepsias sintomáticas). En muchos otros casos, tras un estudio detallado no se llega a identificar una lesión subyacente.

He tenido una primera crisis epiléptica, ¿significa que soy epiléptico y que tengo que medicarme?

No. La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica, en la que existe una situación patológica que favorece la repetición de crisis epilépticas. Para hablar de epilepsia deben producirse dos o más crisis comiciales.Estadísticamente, tras una primera crisis epiléptica, la persona que la ha sufrido no volverá a tenerla en la mitad de los casos. De esta manera, la actitud común ante una primera crisis sin evidencia de ningún otro trastorno puede ser no tratar, evitando así un tratamiento diario, no exento de efectos secundarios. En caso de una segunda crisis, en la mayoría de las veces se debe iniciar cuanto antes el tratamiento antiepiléptico.

¿Cómo se pueden controlar las crisis epilépticas?

Con los fármacos antiepilépticos se consigue que hasta el 85-90% de los pacientes controlen las crisis. La principal causa de recaída es el abandono o mal cumplimiento de la medicación.
En general, es fundamental dormir entre 7 y 9 horas diarias. En caso de trasnochar es aconsejable realizar una siesta para recuperar las horas de sueño. Conviene evitar el cansancio extremo.
Hay que evitar el alcohol y otro tipo de drogas, ya que pueden desencadenar por sí mismos crisis, además de interaccionar con los fármacos.
En una minoría de pacientes con epilepsia existe una susceptibilidad a determinados estímulos luminosos. Sólo en estos casos será necesario tomar algunas precauciones al ver la televisión, uso de videojuegos, ordenadores y acceso a discotecas.
Se opera la epilepsia?
Sólo en casos muy seleccionados, generalmente pacientes con crisis incontrolables pese a un correcto tratamiento con antiepilépticos. Lo que se hace es extirpar el foco cerebral que ocasiona las crisis. Es fundamental un exhaustivo estudio previo para seleccionar a los posibles candidatos.

¿Qué limitaciones tengo al padecer epilepsia? ¿Puedo hacer una vida normal?

En general se recomienda hacer una vida lo más normal posible, ya que es fundamental para una adecuado desarrollo laboral, familiar y social. La sobreprotección puede ser tan perjudicial como la propia enfermedad, sobretodo durante la adolescencia. Algunas precauciones sí hay que tener:
Es aconsejable la práctica deportiva. Se pueden practicar la mayoría de los deportes, evitando hacerlo en solitario (sobretodo la natación) y aquellos de riesgo (escalada, alpinismo, submarinismo…
A nivel laboral no hay problemas con la mayoría de los trabajos, siendo conveniente evitar aquellos donde la pérdida de conocimiento pueda suponer un riesgo importante (manipulación de productos tóxicos, maquinaria pesada, altos hornos…)
La legislación española vigente requiere que debemos estar al menos 1 año libre de crisis para poder obtener o renovar el permiso de circulación. En el caso de conductores profesionales este plazo es de 5 años.

Epilepsia y mujer.

En el caso de las mujeres es necesario tener en cuenta una serie de aspectos:

El empleo concomitante de anticonceptivos orales y antiepilépticos no está contraindicado, pero debe ser iniciado bajo supervisión del médico ya que pueden modificarse la eficacia de los últimos.
La mayoría de las mujeres epilépticas tendrán un embarazo, parto y descendencia normales, pero deben ser considerados embarazos de alto riesgo. Los fármacos antiepilépticos se han asociado a un riesgo aumentado de malformaciones congénitas. Por este motivo, se intentará llegar al embarazo con el menor número y dosis de fármacos posibles.
La lactancia materna no está contraindicada, pero debe espaciarse varias horas tras la toma de la medicación, y siempre vigilando en el niño signos de posible intoxicación (somnolencia excesiva, menor apetito, rash cutáneo…)

¿Cómo actuar si presencio una crisis generalizada?

En primer lugar conviene mantener la calma. Hay que evitar que el paciente pueda dañarse con objetos cercanos durante las convulsiones, para lo que despejaremos la zona e intentaremos colocarle algo suave y blando bajo la cabeza, pero nunca debemos agarrarle para mantenerlo quieto ni introducirle nada en la boca. Si es posible
lo colocaremos suavemente de lado para facilitarle la respiración y evitar que aspire su propia saliva. Esté en todo momento junto al paciente y déjelo descansar el tiempo que necesite una vez finalizada la crisis. Es importante conocer el tiempo que ha durado.

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